¡Cómo nos gusta un día soleado!. ¡Qué ganas de que salga ese sol para disfrutar de un día de campo, en el parque o en la playa!. A muchos es que, directamente, les pone mucho más alegres, más activos… En Saber Vivir hemos visto como disfrutar de él, sin riesgos.
Puedes ver el vídeo aquí: http://www.rtve.es/v/5304927/
El sol, como casi todo, debe ser con moderación. La exposición al sol sin protección es un riesgo para tu salud. Y los riesgos son múltiples.
- Produce envejecimiento de la piel y la aparición de manchas y arrugas. Pero no queda ahí la cosa, los problemas no son sólo estéticos.
- Todos hemos sufrido alguna vez esas quemaduras solares… esas espaldas, esos brazos, esas piernas… rojas que duelen sólo con verlas. “Pero ¿cómo puede ser, si he estado todo el día debajo de la sombrilla”. Pues por eso, porque estás debajo de una sombrilla, no en un búnker. Los rayos solares se reflejan en el agua, en la arena y en la nieve así que también te impactan… “Pero si estaba nublado”. A ti te llegaba la luz, ¿no?. Pues ya sabes. Esos días suelen ser más traicioneros porque como sientes menos calor, sueles tomar menos precauciones.
- Y una tercera consecuencia fundamental, tu piel tiene memoria, pero memoria de verdad no como la que dan esos complementos que anuncian en la radio ni la que da comer rabitos de pasa. Tu piel memoriza, recuerda todo el sol que recibe a lo largo de la vida… y si te pasas, puedes acabar desarrollando distintos tipos de cáncer de piel.
Pues para evitar todos esos riesgos, debes protegerte del sol:
– Busca la sombra para evitar el impacto directo de los rayos de sol, aunque recuerda que, ahí, también debes protegerte.
– Evita las horas centrales del día, entre las 12 y las 6 de la tarde el sol castiga mucho. No te pongas a tiro de él.
– Protege tu piel con sombreros o gorras, especialmente si como yo, andas regular de la protección natural que ofrece el cabello. Usa gafas de sol que protejan de verdad, no cristales oscuros, y ponte ropa ligera que cubra brazos y piernas.
– Y utiliza protectores solares. Los tienes en cremas, aceites, lociones, sprays… lo importante no es eso, es que te ofrezcan protección alta. Los hay de 15, de 30, de 50… Usa el de 50 (UVA y UVB). Aplícatelos en toda la piel que vaya a estar expuesta al sol y al menos 30 minutos antes. Y conviene repetirlo cada 2 o 3 horas y después de los baños.
Estas recomendaciones son para todos, pero especialmente importantes para los niños, las personas de piel muy blanca, los que tienen muchos lunares o con antecedentes de cáncer de piel tuyos o de tu familia.
Sí, lo sé, pensamos que “bronceados estamos muy guapos”… Pero no olvides que el bronceado es la forma que tiene la piel de defenderse de los rayos del sol. Así que, lo que no te proteges tú, te broncea tu cuerpo. Si no, prueba a buscar a un dermatólogo o a un cirujano plástico que esté muy moreno. Ellos saben, en primera persona, cuáles son las consecuencias.
Recuerda: Disfruta de los días de verano, disfruta del sol… pero protegiendo tu piel. Si tratas mal a tu piel, ella no lo olvidará.
#SaberVivirTVE